Aunque el aprendizaje cooperativo y el colaborativo comparten la idea de trabajar en grupo para conseguir un objetivo común, no siguen los mismos procedimientos didácticos. Dos maestros nos explican las principales diferencias para aplicarlo en el aula.
Aunque el aprendizaje cooperativo y el colaborativo comparten la idea de trabajar en grupo para conseguir un objetivo común, no siguen los mismos procedimientos didácticos.
Cooperar no es sinónimo de colaborar. Cuando se coopera se trata de ayudar al otro trabajando de forma equitativa mientras que si los miembros de ese mismo grupo colaboran entre ellos estarán trabajando de forma conjunta, pero puede que no se ayuden de manera igualitaria y seguramente unos tendrán más tareas que otros. Estos dos ejemplos, traspasados al ámbito educativo, explican los principios de dos tipos de aprendizaje: cooperativo y colaborativo.
Aprendizaje cooperativo y aprendizaje colaborativo
En la década de los 60, los hermanos David y Roger Johnson, dos docentes de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), comenzaron a investigar y a reflexionar sobre si el aprendizaje individualista propio de la época era beneficioso para los estudiantes y fueron los encargados de definir el aprendizaje cooperativo: “Se trata de un sistema de interacciones cuidadosamente diseñado que organiza e induce la influencia recíproca entre los integrantes de un equipo”.
Así, esta metodología trabaja cinco elementos esenciales:
La interdependencia positiva,
- la responsabilidad individual,
- la interacción motora,
- las habilidades sociales
- El procedimiento del grupo (a la hora de reflexionar sobre las metas conseguidas).
El pedagogo Marcos Ordiales lo ‘traduce’ así: “El trabajo cooperativo promueve el establecimiento de un vínculo entre los miembros del grupo, que fomenta la ayuda, la participación equitativa, la responsabilidad individual de cada uno de los participantes, el procesamiento del resultado por parte del grupo y el desarrollo de unas habilidades interpersonales relacionadas con animar, pedir ayuda, ofrecer explicaciones, buscar la comprensión, debatir, resolver problemas o ‘criticar’ las ideas sin criticar a los individuos”.
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